como ya os dije mi determinación de este es darle un empujón al blog. Quiero seguir escribiendo y compartiendo información y añadiendo cada vez más cositas. Pero este blog tenía muchas limitaciones.

Es por ello que en lugar de en bebeagogo.wordpress.com como hasta ahora podréis encontrar el blog en http://www.bebeagogo.com

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¿Mi bebé es demasiado grande? Macrosomía fetal

Tenía pendiente escribir sobre este tema porque me toca de muy cerca, ya que los dos hijas

E. al nacer con 4,7 kg

E. al nacer con 4,7 kg

fueron bebés grandes al nacer. C. pesó 4,200 kg, mientras que E., que nació en casa, pesó 4,700 kg. Es muy posible que si hubiera parido a E. en el hospital y sabiendo de antemano lo que iba a pesar, me hubieran aconsejado una cesárea. Sin embargo, nació en un parto rapidísimo de tres horas tras el cual, aunque tuve un desgarro, no necesité sutura y curo en pocos días sin darme ni una molestia.

¿Qué es un bebé macrosómico?

En España se considera un bebé macrosómico aquel que supera los 4,5 kg, aunque en algunos centros ese baremo se rebaja hasta los 4kg. El protocolo de actuación también varía: mientras que algunos hospitales prefieren intensificar los controles mientras se espera que el parto se desencadene por sí mismo, en otros se convoca a la mujer para una inducción o una cesárea programada.

La única forma de diagnosticar una macrosomía es mediante ecografía, pero los datos recogidos no son fiables. En la ecografía se miden el diámetro de la cabeza, el del abdomen y la longitud del fémur, y mediante una combinación de estos datos se calcula el peso fetal. Esta estimación tiene un margen de error oficial de hasta 500 gramos aunque en ocasiones puede llegar a ser incluso mayor. Por lo tanto convendría ser muy cuidadoso a la hora de programar una inducción o una cesárea basándose únicamente en los datos arrojados por una ecografía.

Causas y factores de riesgo de la macrosomía

Las causas más comunes son la genética y la diabetes gestacional.
Cuando uno de los dos progenitores, o los dos, es grande las probabilidades de que el bebé sea grande al nacer aumentan. Normalmente en este caso el mayor tamaño del bebé no suele acarrear ningún riesgo ni problema.

Otros factores de riesgo para la macrosomía son obesidad de la madre,  gran aumento del IMC materno o haber tenido un bebé macrosómico previo. Aun así, un tercio de las madres de bebés grandes no caían en ninguno de estos grupos.

Riesgos de parir un bebé grande

Cuando la causa de la macrosomía es la diabetes gestacional el riesgo de sufrir una distocia de hombros en el parto aumenta. La distocia consiste en qué tras salir la cabeza del canal vaginal los hombros quedan atascados. Aunque en la mayoría de los casos se puede solucionar por los profesionales sanitarios, en un pequeño porcentaje de los casos la distocia puede tener como consecuencia una lesión del bebé provocada por la tracción realizada al sacarlo o una hipoxia del bebé. Pero aún en el caso de madre diabética y bebé grande hay que valorar los riesgos de una cesárea para bebé y madre, en relación con el riesgo potencial de una distocia de hombros.
Hay que tener en cuenta que la distocia de hombros es muy rara en los partos en los que la mujer puede adoptar una posición vertical. La posición de litotomía (tumbada boca arriba) habitual en los hospitales añade un plus de riesgo a este tipo de partos

Tradicionalmente se ha asociado al parto  bebés grandes el riesgo de sufrir un desgarro perineal de grado 3 o 4. Este dato es controvertido e incluso refutado en algún estudio.,

E. con cuatro días

E. con cuatro días

Si te han detectado un bebé grande en la ecografía el primer paso sería adecuar la alimentación a las directrices que se dan a madres con diabetes  gestacional. Si te han programado una inducción o cesárea por un bebé demasiado grande piensa que en primer lugar es posible que no sea tan grande como dice la ecografía y que incluso si lo es, los riesgos de la cesárea pueden superar a los riesgos de parir vaginalmente. Por lo tanto se puede pedir una segunda opinión a otro profesional que tenga experiencia atender partos de bebés grandes por vía vaginal.

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¿Cómo prepararse para una lactancia exitosa?

Al buscar en google «preparase para la lactancia» o «preparar la lactancia en el embarazo» todas los primeros resultados son de páginas que ofrecen instrucciones para preparar los

Aparato de tortura inútil para mamás con pezones planos o invertidos

Aparato de tortura inútil para mamás con pezones planos o invertidos

pezones en el embarazo, pero esto no sólo es innecesario, sino que además esta contraindicado. Llevarlos al aire, aplicar cremas, usar aparatos desfasados para preparar el pezón, masajear el pecho.

Es lógica la inquietud de las futuras madres por saber qué acciones pueden tomar ya desde el embarazo para conseguir una lactancia exitosa, ya que demasiado a menudo las historias que nos cuentan son de lactancias fallidas: la madre que no tuvo leche, la suegra a la que se le retiró la leche por un disgusto, la vecina a la que el bebé le hacía grietas… Entonces, ¿Qué podemos hacer para evitar que nos pasen estas cosas? Estos son cuatro consejos para prepararte para la lactancia

1. Acude a un grupo de lactancia. Sí, aunque estés embarazada y no tengas todavía a tu bebé, ir a un grupo de lactancia te va a ayudar no sólo a responder tus duda, sino también a crear la confianza que necesitas en tu cuerpo y su capacidad de alimentar a tu bebé. Además crearás los contactos necesarios para tener a quién acudir en caso de dudas en los primeros días de tu bebé.

Aquí tienes un enlace donde puedes encontrar el grupo de lactancia más cercano a tu domicilio.

2. Lee libros con información fiable y científica sobre la lactancia materna. La información es poder, pero hay que cuidar las fuentes de donde la obtenemos. Las historias de lactancia de nuestras allegadas muchas veces sólo nos hacen desarrollar una desconfianza ante nuestra capacidad de amamantar, al informarnos nos damos cuenta de que el cuerpo de la mujer está perfectamente preparado para amamantar.

Algunos libros que puedes consultar son:

*Un regalo para toda la vida, de Carlos González, una guía básica de lactancia.

*El arte femenino de amamantar

3. Asegúrate el apoyo en el postparto. Tu pareja o quien te vaya a acompañar en el postparto debe tener claro que la lactancia materna es importante para tí y que necesitarás apoyo para sacarla adelante.   Sería genial que tu pareja se informara sobre el funcionamiento de la lactancia e interviniera en el caso de que recibieras presión o críticas por parte de otras personas.

4. Planear las visitas que recibiréis en los primeros días. Este es un tema espinoso, ya que cuando damos a luz tanto la familia como los amigos están impacientes y deseosos de venir a conocer al bebé. El problema se plantea cuando estas visitas son excesivas en número y en duración y la madre en lugar de estar desansando, conociendo a su bebé y estableciendo la lactancia, se tiene que dedicar a poner cafés y limpiar el desorden. Los primeros días en el hospital y en casa son muy importantes para la lactancia. El bebé necesita tranquilidad para adaptarse a la vida fuera del útero y aprender a mamar correctamente, cosa que hará por sí sólo si le dejamos tranquilo. Cuando vienen muchas visitas, se van pasando el bebé de una a otra, puede ser que el bebé se sobreestimule y se le pase la hora de comer con lo que, una vez se hayan ido las visitas, esté más hambriento y ansioso de lo que debería y no se enganche debidamente al pecho.  Además la madre debería ser capaz de aprovechar para descansar cuando el bebé duerme.
Es conveniente pedir que durante los primeros días sólo vengan los más allegados y en espacios cortos de tiempo. Va a haber mucho tiempo después para que todo el mundo pueda conocer al bebé y pasar tiempo con él.

Entonces,  ¿no es necelactanciasario preparar los pezones?

No, ni siquiera en el caso de tener pezones planos o invertidos. Las cremas y los aparatos que venden para preparar los pezones no ayudan y pueden lastimar el tejido, y los masajes pueden provocar un parto prematuro. Todos los tipos de pezón son válidos para la lactancia materna, si los tuyos son planos o invertidos te recomiendo este artículo de alba lactancia materna.

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Probióticos para la mastitis

Como madre lactante de una niña con frenillo, sufrí durante mesProbióticos para la mastitises de mastitis  de repetición. Cada cierto tiempo  se me ponía una zona del pecho dura y roja, me subía mucho la fiebre y tenía dolor y síntomas gripales. Por eso esta noticia que he leído en el blog de Alba Padró, somlallet  me ha interesado mucho. Se trata de que hay un nuevo producto, los probióticos Hereditum Lactancia, que pueden ayudar a curar las mastitis.

Ya desde hace tiempo las asesoras de lactancia recomendamos en caso de mastitis la toma de probióticos, que son muy eficaces en estos casos.  Las mastitis están provocadas por un desequilibrio bacteriano, en concreto suele darse un aumento desproporcionado en el número de estafilococos aureus o epidermitis,  y los probióticos ayudan a reajustar el

Imagen tomada de la web de hereditum

Imagen tomada de la web de hereditum

equilibrio de las colonias bacterianas. En muchas ocasiones la infección remite a los pocos días aunque en los casos más graves todavía se necesitará antibiótico.

Hasta ahora venimos recomendando Casenbiótic, que son lactobacilo reuteri, eficaces contra los estafilococos. El nuevo hereditum aporta otro tipo de lactobacilo llamado fermentum, que contribuye a restablecer el equilibrio bacteriano en la misma glándula mamaria.

Desde luego es una buenísima noticia, ya que la mastitis puede ser algo muy doloroso e incómodo. Además el principal problema que tenemos hasta ahora es que por desgracia el personal sanitario no suele estar formado en estos temas, con lo que cuando una madre acude con mastitis al centro casi nunca sale con la medicación adecuada. En primer lugar no le diagnostican la mastitis si no hay rojez y fiebre, aunque hay mastitis que cursan sólo con dolor. Pero además, aun en el caso en que le diagnostiquen correctamente, le suelen recetar el antibiótico amoxicilina+clavulánico, que es ineficaz contra las mastitis. Por lo tanto, la opción de poder tomar probióticos que no son un medicamento, sino un complemento alimenticio y se compra sin receta, es un gran paso adelante.

Os dejo la web de hereditum lactancia

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¿Por qué algunas mujeres no dilatan? La no progresión del parto

Lo hemos oído mil veces: «no dilaté y me tuvieron que inducir», «yo tuve dos cesáreas porque no dilato». Pero ¿por qué ocurre esto? ¿por qué algunas mujeres no dilatan o se les para el parto?

La no progresión del parto es el término médico que se utiliza en los casos en los que decimos que la mujer «no dilata» o al menos no dilata al ritmo esperado por el equipo médico. Es un término muy vago que describe la primera causa de inducciones y cesáreas no programadas. Este diagnóstico es frecuentemente aplicado durante las primeras etapas del parto y es habitual en las inducciones, que se consideran así fallidas y terminan en cesárea.

¿Cúando se considera que la mujer no dilata?

Cuando una mujer ingresa en un hospital al principio de un parto normalmente se le hace un tacto para ver cúal es su dilatación  y a partir de entonces se va midiendo su progresión en intervalos regulares. En este punto hay que tener en cuenta que muchas veces la mujer ni siquiera están de parto a la hora de llegar al hospital, sino en los pródromos del parto, pero puede quedar ingresada por numerosos motivos: estar de 3 o más centímetros, haber roto aguas… A partir de entonces cada hospital aplica sus protocolos, muchos coinciden en que la mujer debe dilatar al ritmo de un centímetro cada hora para considerar que el parto avanza satisfactoriamente. Cuando este esquema temporal no se cumple se diagnostica no progresión del parto y se suele proceder a la inducción con oxitocina sintética. Si aún así el cérvix sigue sin dilatar al ritmo esperado se realiza una cesárea. El 70% de las inducciones en primíparas termina en cesárea.

¿Son acertados estos protocolos?

En 1955 el doctor Friedman publicó un estudio que medía la progresión del parto en el tiempo, calculando el tiempo medio que las mujeres tardaban en dilatar cada centímetro. Con el resultado elaboró un gráfico llamado la curva o el partograma de Friedman. Actualmente los partogramas han evolucionado, pero los protocolos de muchos centros, especialmente privados, se basan en el estudio de Friedman.

Los problemas que se derivan aplicar a los partos de hoy en día los resultados de este estudio de hace casi 60 años son varios: la media de edad de las mujeres estudiadas por Friedman era de 20 años, más de la mitad de partos fueron con fórceps, y sólo un 1,8% de los partos acabaron en cesárea, se utilizaron medicamentos como el pentotal, y el 96% de las mujeres fueron sedadas de alguna manera. Por las grandes diferencias que existen entre estos partos y los actuales, los datos recopilados por Friedman no pueden servir de medidor para los partos actuales, y por tanto la expectativa de que la mujer dilate según esos ritmos debe ser revisada, como de hecho ha sido ya en muchos hospitales.

¿Entonces cúanto tarda realmente una mujer en dilatar?

En 2010 se hizo un estudio en E.E.U.U. (Zhang, Landy et al. 2010) con 62000 mujeres en 19 hospitales, todas con partos vaginales en posición cefálica, bebés sanos y comienzos de parto espontáneos (no inducidos). En total 50% de las mujeres recibió oxitocina y el 80% anestesia epidural. En lugar de comenzar a dilatar más rápidamente a los 3 centímetros de dilatación como había observado Friedman, en estas mujeres la etapa activa no comenzó hasta los 6 centímetros. En esta etapa activa la dilatación media fue de un centímetro cada media hora, y en el 95% de los casos la dilatación para cada centímetro fue en menos de dos horas. Las mujeres que ya habían parido antes dilataban más rápido.

Pero este no fue el caso para los primeros centímetros hasta llegar a los 6.  De hecho muchas mujeres pasaron grandes espacios de tiempo sin progresar en la dilatación, y los partos eran normales. Se tardó una media de 1,8 horas entre los 3 y los 4 cm, y 1,3 horas de 4 a 5 cm. Algunas mujeres (5%) tardaron 8 horas en pasar de 3 a 4 y otras 7 horas para dilatar de 4 a 5cm. Todas estas mujeres dieron a luz vaginalmente a bebés sanos.

Hay un gran problema con esperar que las mujeres, una vez ingresadas, dilaten un centímetro cada hora, ya que pueden pasar muchas horas antes de llegar a la fase activa del parto sin que eso suponga un problema para la madre ni para el bebé. Hay que redefinir cúal es la normalidad en la progresión de la dilatación con nuevos protocolos basados en la nueva evidencia científica y adecuados a la realidad de los partos hoy en día. Es más, habría que plantearse seriamente si realmente es necesario el uso del reloj en el parto. A ese respecto es de interesante lectura el artículo de Sheila Kitzinger «el reloj, la cama, la silla«.

¿Por qué el parto «se para»?

Hay muchos factores que pueden hacer que el parto se estanque, y cada uno de estos puede afectar a cada mujer de manera diferente y en distinta medida. Ya el simple hecho de trasladarse al hospital, tener que responder a las preguntas rutinarias y ponerse en manos de desconocidos es algo que puede ralentizar, sino completamente parar la progresión de las contracciones. El sentirse observada y examinada es incompatible con cualquier proceso fisiológico como muy bien (y con humor) se ve en este video:

Otros factores que retrasan el parto son:

*La anestesia epidural, que está comprobado que enlentece e incluso puede llegar a detener las contracciones.

*Los tactos vaginales durante el parto, que endurecen el cérvix produciendo una reacción irritativa y parando las contracciones.

*Inducción médica

*Presentación posterior del bebé

*No deambular libremente y estar mantenida en posición horizontal

*Recibir pocos fluídos por vía intravenosa y no beber líquidos durante el parto.

*Haber sido víctima de una agresión sexual

*Bebé macrosómico

*Complicaciones maternas como diabetes gestacional, hipertensión o preeclamsia, haber sufrido la pérdida de un bebé anterior durante o poco después del parto, y tratamientos de fertilidad.

Por el contrario el adoptar una posición vertical o que la mujer ya haya dado a luz anteriormente son factores que aceleran el parto

¿Es perjudicial para la mujer tener un parto largo? ¿Cúales son los riesgos para la madre y el bebé?

Los resultados en los estudios son contradictorios: mientras en un estudio israelí se encontró un mayor riesgo en los partos prolongados (más de 30 horas) de sufrir hemorragia materna, bebés con menor puntaje Apgar y pérdida de bienestar fetal, otro gran estudio estadounidense(Cheng 2010) no encontró diferencias significativas con los bebés nacidos en partos más cortos, aunque sí un aumento de riesgo de cesárea. Ninguno de los dos estudios encontró diferencias en el índice de mortalidad materna o fetal.
En cualquier caso es difícil sacar una conclusión sobre cómo un parto natural prolongado afecta a la madre y al bebé, ya que en todos los estudios las mujeres a las que se observa son en su mayor parte sometidas a una gran medicalización.

Los estudios también hablan de los riesgos de un expulsivo largo (más de 2-3 horas): menor puntaje Apgar en el bebé, mayor riesgo de hemorragia, infección y fiebre intraparto en la mujer. Aún así, el incremento es mínimo y no parece justificar las intervenciones realizadas para acortar el parto: inducciones, instrumentalización, cesárea … ya que, mientras no haya otro indicativo como pérdida de bienestar fetal, dichas intervenciones constituyen un riesgo mayor por sí mismas.

¿Si el parto se ha parado me tienen que hacer cesárea obligatoriamente?

En todos los hospitales cuando un parto se para durante unas horas (2,4,6.. según el hospital) se procede a la inducción que, como ya hemos visto, en la inmensa mayoría de los casos termina en cesárea. Un protocolo que a pusiera a la mujer en observación, controlando el latido fetal intermitente pero frecuentemente y dejando que las cosas continúen por sí mismas, podría reducir el número de inducciones y cesáreas sin añadir ningún riesgo. Si la dilatación es menor de 6 centímetros y la bolsa de aguas está intacta se debería dar a la mujer la opción de irse a casa a dormir o a dar un paseo para ver si el parto vuelve a ponerse en marcha.

Si el parto se ha detenido con más de 6 centímetros de dilatación se puede romper la bolsa artificialmente, administrar oxitocina sintética y seguir observando. Obviamente todavía habrá casos en los que la cesárea será obligatoria.

Conclusión

Por una parte es un hecho que determinadas intervenciones médicas como los tactos, la administración de epidural, la monitorización fetal continua que obliga a la mujer a estar en litotomía, e incluso el presionar a la madre con un horario pueden ralentizar e incluso parar las contracciones

Por otro lado no hay evidencia que indique que la ralentización de las contracciones y el parto prolongado sea en sí mismo perjudicial para la madre ni para el bebé, y los riesgos provenientes de inducciones, instrumentalizaciones y cesáreas son más grandes que el simplemente esperar a que el parto vuelva a ponerse en marcha.

La redefinición de la normalidad de la duración en el parto, dando márgenes más amplios y teniendo más paciencia podría reducir drásticamente el número de cesáreas, especialmente en madres primíparas. De hecho, en muchas de estas cesáreas por «no dilatar» pesan mucho motivos no médicos en los que el tiempo sí es un factor primordial: intentar que las embarazadas no pasen tanto tiempo ocupando un puesto en la sala de dilatación/paritorio, solucionar los partos por cesárea mientras el personal médico (anestesistas, ginecólogos ) está disponible, dejar «solucionados» los partos antes del cambio de turno…

 Por lo tanto debería darse muchísimo más tiempo a las mujeres tanto para la dilatación como en el parto, permitiendo pausas para dormir si fuera necesario antes de los 6cm de dilatación. Además noo deberían practicarse inducciones a no ser que hubiera un motivo médico para hacerlo y en caso de ser así, también en la inducción debería permitírsele a la madre un margen mayor que los que se dan actualmente.

También te puede interesar: los cuatro grandes mitos de la dilatación en el parto

 

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¿Qué es una doula?

Imagen de Amy Swagman para www.themandalajourney.com Utilizada con autorización

Imagen de Amy Swagman para http://www.themandalajourney.com Utilizada con autorización

Como muchos ya sabéis soy doula, pero… ¿qué es una doula?

Una doula es una mujer que acompaña a otras mujeres en el proceso de convertirse en madres, esto es en el embarazo, el parto y el principio del puerperio. Su labor principal es la de dar apoyo incondicional a la madre, ayudándola a confiar en su cuerpo, proporcionando información y facilitando la transición de la mujer al convertirse en madre.

¿Qué hace una doula? 

Cada doula enfoca el acompañamiento desde un punto de vista diferente y aporta sus propias habilidades y experiencias. Los puntos en común son:

*Durante el embarazo:

La doula ayuda a la madre a estar informada sobre las diferentes opciones de parto, apoyándola en las decisiones que tome.

Ayudará a la madre a prepararse emocionalmente para el parto, informándola sobre el proceso de parto, el dolor y las intervenciones, y elaborando estrategias junto a ella para que el parto cumpla en lo posible sus expectativas.

La doula ayudará a la madre a tomar conciencia de sus deseos y expectativas para el parto y también de sus miedos, colaborando a que la mujer tome confianza en su propio cuerpo y en la fisiología del proceso del parto.

*Durante el parto:

La doula es un apoyo contínuo a la madre apoyándole, reafirmándole y sosteniéndole emocionalmente.

Ayuda a la madre a manejar el dolor del parto con técnicas naturales como masajes, respiración, movimiento…

Crea el ambiente para que el parto se desarrolle en las condiciones idóneas, cuidando que las luces estén bajas, el ambiente caldeado, el volumen ambiental bajo, y contribuyendo a que todos los asistentes estén relajados y tranquilos. El parto es un proceso fisiológico que está regulado por hormonas, que sólo se liberan en estas determinadas condiciones, la función de la doula cuida es que todo fluya correctamente

La doula facilita la comunicación con el personal sanitario, comunicándoles los deseos de la madre y traduciendo si fuera necesario la jerga médica a la madre

La doula está atenta a las necesidades de la madre realizando las labores «asistenciales»: traer sacos de calor, hielo, agua…  y cubriendo también otras necesidades: consuelo, aliento, compañía.

*En el postparto

Provee a la familia con información y apoyo para que se pueda establecer el vínculo con el bebé y la lactancia materna.

La doula en el postparto ayuda a cubrir las necesidades que la madre pueda tener, facilitando la a menudo difícil transición a la maternidad, y colaborando con la pareja durante los primeros días mientras se van asumiendo los nuevos roles de padre/madre/familia.

¿Qué no hace una doula?

La doula no es personal médico: no diagnostica ni propone tratamientos en ningún momento del embarazo, parto o post parto.

La doula no es psicóloga. Aunque el acompañamiento se traduce en un mayor bienestar emocional a la madre, a veces se dan situaciones como la depresión post parto en los que es necesaria la atención de un profesional especializado en maternidad.

La doula no es una mujer de la limpieza. Aunque pueda dar una mano si hace falta, esa no es su labor principal.

La doula no sustituye a la pareja de la mujer, ni a la matrona. Todos trabajan como un equipo para el bienestar de la madre y el bebé.

La doula no da consejos, sino información.

La doula no juzga jamás las decisiones de la madre sino que la acompaña y apoya en todo momento

¿Cómo se refleja el acompañamiento de una doula?

Los estudios científicos concuerdan en los beneficios de contar con una doula en el parto. Según el estudio «A Doula Makes the Difference»  (Nugent, Mothering Magazine, March-April 1998) la diferencia en parir acompañada de una doula se tradujo en :

*Una reducción del 50% de la tasa de cesáreas .

*Una reducción de un 25% en la duración del trabajo de parto .

*Una reducción del 60% en las peticiones de la administración de anestesia epidural .

*La reducción de un 40% en el empleo de fórceps.

Además el grupo de mujeres que parieron acompañadas de doulas mostraron un mejor vínculo con su bebésufrieron menos ansiedad y depresión post-parto, mostraron más satisfacción por la experiencia vivida y establecieron en mayor número la lactancia exitosamente.

Otros estudios como el de Hofmayr, Nikodem 1991, o Hodnett, 2012, también muestran que las mujeres que cuentan con el apoyo contínuo de una doula durante el parto tienen probabilidades más altas de conseguir parto vaginal, establecer la lactancia satisfactoriamente y valorar positivamente el parto a posteriori.

¿Cúal es la formación de una doula?

En España no existe una formación homologada como sí la hay en otros países. Así las doulas normalmente se han formado en los distintos centros y proyectos no oficiales que se dedican a ese fin, con personal sanitario del área de la sanidad y la maternidad.

Además de estos cursos es frecuente que las doulas se formen en otras áreas de la maternidad, tanto en formaciones oficiales como en congresos, aunque esto ya es una opción individual. En mi caso estoy formada como asesora de lactancia materna, asesora de porteo y educadora de masaje infantil.

Para más información o para contratarme (Cataluña, zona La Selva, Girona o Maresme) escribid a doulabebeagogo@gmail.com

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Los tactos vaginales en el embarazo y el parto ¿necesarios o perjudiciales?

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A casi todas las mujeres les realizan múltiples tactos vaginales en el proceso del embarazo y el parto. A algunas les supone una molestia menor mientras que a otras el solo pensamiento del tacto les llena de angustia. Siendo honestos, el ponerse en una camilla con las piernas abiertas para que un desconocido (o desconocida) introduzca sus dedos en tu vagina no es plato de gusto para nadie. ¿Son los tactos vaginales necesarios? ¿Ofrecen información útil sobre el desarrollo del embarazo y/o el parto? ¿O sería mejor que se dejaran de hacer rutinariamente? Hay evidencia que dice que los tactos vaginales no sólo no son necesarios sino que pueden ser dañinos.

¿Qué son los tactos vaginales?

Los tactos vaginales son exámenes rutinarios que se le realizan a la embarazada durante el embarazo y el parto. Consiste el introducir los dedos corazón e índice en la vagina de la mujer para palpar las estructuras pélvicas y el cuello del útero. Aunque depende de cada profesional, en el embarazo normalmente se comienzan a hacer en el segundo trimestre con una regularidad de uno al mes, y se hacen más frecuentes en las últimas semanas, en las que se suele hacer un tacto vaginal en cada visita. En el parto se suelen hacer al admitir a la embarazada en el hospital y luego con una frecuencia que dependerá de cada hospital y de la evolución de cada parto. Suelen ser cada cuatro horas, pero puede «caer » alguno más en un cambio de turno de matronas o alguna otra circunstancia. Muchas matronas que atienden partos domiciliarios no realizan tactos rutinariamente durante el parto, aunque otras sí lo tienen como práctica habitual.

¿Para qué se hacen los tactos vaginales?

En el embarazo, en el segundo trimestre se pueden hacer si hay alguna indicación de riesgo de incompetencia cervical, como pérdidas de sangre. Otra manera de diagnosticarla es mediante ecografía intrauterina, aunque la técnica es igualmente invasiva. Si no hay motivos para sospechar problemas no debería hacerse ningún tacto.

En las ultimas semanas del embarazo las visitas a la matrona y ginecólogo se hace más frecuentes y también los tactos vaginales, que se suelen hacer para comprobar la consistencia, posición y dilatación del cuello del útero, es decir, para ver si el cuello se va borrando y de cuanto estás dilatada. En esta etapa sin embargo no son recomendables por varios motivos: el primero y principal es que es una violación innecesaria de la intimidad de la mujer, en segundo lugar la información que aportan no es exacta sino subjetiva, y por último esta información, aunque fuera objetiva, tampoco serviría para nada. Es inútil saber si una embarazada «verde» (cuello del útero no borrado), si está dilatada de 1 cm o si está de 4, porque ello no es indicador de cuando va a parir. Una mujer puede hacer toda la dilatación desde cero en pocas horas mientras otra pasarse muchos días con una dilatación de 3cm.
Al final del embarazo todavía muchos ginecólogos aprovechan el tacto para realizar la maniobra de Hamilton, dolorosa e intrusivas, que consiste en separar las membranas para desencadenar el parto. Esta maniobra está desaconsejada por la OMS, y en muchas ocasiones se hace sin el consentimiento de la mujer.

infografia tactos

Los tactos vaginales durante el parto conllevan un incremento en el riesgo de infección, especialmente aquellos que se hacen cuando la mujer ya ha roto aguas y la bolsa de líquido amniótico está rota (casi todos). Asimismo se puede producir una respuesta inflamatoria al tejido de los guantes y a la presión. Además puede parar el parto por la obligatoriedad de que la mujer se postre sobre la espalda y por la reacción hormonal del cuerpo que está intentando abrir el útero y siente un cuerpo extraño donde no debería haber nada bloqueando. Es cierto que la información que ofrecen en este caso es valiosa, ya que se puede «medir» el progreso del parto, aunque hay matronas que prefieren utilizar métodos menos invasivos, como la observación de la línea púrpura que se forma por encima del ano hasta la base de la espalda a medida que avanza la dilatación.

En resumen, los tactos vaginales no son recomendables en el embarazo ni en el parto, salvo que haya indicios de que algo marcha mal. De hecho, hay muchos profesionales que no realizan tactos vaginales en el parto a no ser que sospechen de un peligro.

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Tu embarazo es tuyo

Lo veo a menudo, incluso me pasó a mí misma en mi primer embarazo. Las mujeres cuando nos quedamos embarazadas, de repente nos encontramos en un estado del que lo desconocemos casi todo. Nos hacemos el test, sale positivo ¿y ahora qué? Acudimos a la matrona o al ginecólogo y, una vez comprobado el embarazo, nos dan un calendario con las fechas de las pruebas, los análisis, las ecografías, citas con matrona, con el ginecólogo. En demasiados casos comenzamos a ser tratadas más como pacientes que como mujeres sanas que están atravesando un proceso totalmente normal y fisiológico.

Estamos acostumbradas desde pequeñas a hacer caso a la autoridad. Debíamos de pequeñas hacer caso al maestro, obedecer a nuestros padres y no cuestionar otras autoridades como el médico o la policía. Así llegamos a la consulta del ginecólogo con una cartilla llena de jerga médica, poca información, poniéndonos en manos totalmente del profesional que ha de velar por nuestra salud, que nos ha de decir desde la autoridad que nosotras mismas le damos lo que debemos comer, cuantos kilos podemos engordar, las pruebas que tenemos que pasar y los parámetros en los que debemos encajar.

¿Y cual es el problema si ellos son los que han estudiado y los que velan por nuestra salud y la de nuestro bebé?  El problema, en la mayoría de los casos, no son ellos como individuos, sino el sistema en el que están inmersos. La burocracia y los protocolos obsoletos que obligan a las mujeres a hacerse pruebas que se han demostrado ineficaces y que otros países han descartado hace años. La facilidad con la que se etiqueta a las embarazadas mediante pruebas en las que, si te sales mínimamente de los resultados esperados, se te somete a cada vez más pruebas, instalando en la mujer la inseguridad, la culpa y la desconfianza hacia el cuerpo y su capacidad de parir.  Así, en muchas ocasiones el personal sanitario se hace transmisor del miedo, que es la causa de que lleguemos al parto desvalidas y con una entrega total a un sistema burocrático que cronometra los minutos, mide, examina y controla cada paso en el parto… en definitiva que aleja a la mujer de su poder, de su capacidad innata para parir.

(Nota: antes de que empiecen los comentarios sobre lo necesarias que son las pruebas del embarazo y el control en el parto aclaro que no me refiero a todas las pruebas, sino a lo que Gervás llama «el encarnizamiento diagnóstico», la sobreexposición a pruebas que no aportan información útil y que además tienen un alto porcentaje de falsos positivos. Leer este artículo sobre las pruebas del embarazo y «el efecto nocebo«, de Michel Odent)

Hay muchas maneras de instalar el miedo, puede ser con comentarios del tipo: «Este mes has engordado mucho», «eres primípara y añosa», «tu bebé viene enorme, no podrás parirlo»,»en el anterior parto no dilataste, este mejor te inducimos», «tu embarazo es de riesgo porque viene de nalgas», «estás pasada de fecha y todavía estás muy verde», «esas caderas son muy estrechas». El miedo también puede venir de la sobre-exposición a pruebas prescindibles cuyos resultados mantienen en vilo a la embarazada.

El miedo nos lleva a encomendarnos ciegamente a los cuidados del equipo médico, que en la mayoría de los casos está más pendiente de observar protocolos que de las necesidades individuales de cada mujer.

Poco a poco las mujeres vamos despertando y tomando las riendas de nuestros embarazos y nuestros partos. Muchas veces este cambio de consciencia viene de la mala experiencia del primer parto, aunque también es creciente el número de mujeres que llega a su primer parto bien preparada, confiando en su cuerpo y con las ideas muy claras.

Sólo hay una manera de combatir este miedo y es con información. Lee, investiga, busca fuentes de información que difieran del discurso oficial. Busca mujeres que hayan disfrutado de sus partos, mira partos en youtube, busca tu grupo local de «el parto es nuestro» y acude a sus reuniones. Contrata una doula. Si las clases de preparación al parto de tu centro de referencia no te convencen busca otra opción, si algo no te cuadra busca una segunda opinión. Busca tu grupo de apoyo a la lactancia más cercano y acércate.

Mentalízate de que puedes decir: «no quiero un tacto, gracias» o «no voy a realizar esa prueba, gracias». No le debes explicaciones a nadie, eres una mujer adulta que toma sus decisiones basada en evidencia científica. Nadie se preocupa por tu salud y la de tu bebé más que tú.

Ve a yoga, reconecta contigo misma.

Respira, conecta con tu bebé, toma tiempo para estar los dos a solas, háblale. Cuando nazca será todo responsabilidad tuya, y ahora también. Repite: mi embarazo es mío, mi parto es mío.

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Fulares portabebés Neobulle A MITAD DE PRECIO!!

Siguiendo con la liquidación de la tienda la oferta de hoy son estos fulares: ideales para iniciarse en el mundo del porteo por la facilidad a la hora de poner y ajustar, es una oportunidad increíble poder comprarlos por poco más de 30€

http://www.bebeagogo.com/27-fulares-neobulle.html

Descripción del fular:

Los fantásticos fulares Neobulle están fabricados con la técnica de sarga cruzada, lo que hace que  al tejido sea fácil de ajustar y muy resistente. Se puede utilizar desde el nacimiento hasta con bebés ya grandes.

Más finos que otros fulares de sargas, ligeros, preciosos y económicos. Se puede usar en las posiciones de cuna y erguido, delante, a la cadera y a la espalda.

Están realizados con 100% algodón con certificado OKO Test y teñidos con tintes no tóxicos, y fabricados en Francia.

Los fulares Neobulle están disponibles en dos tallas: 3,6 metros y 4,5 metros, pero con las puntas aparte. En realidad es un poquito más cada uno

Todos los fulares vienen con una guía de instrucciones con fotos.

 

 

 

 

 

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Portabebés en Juego de Tronos

Para las que os gusta esta saga tanto como a mí, aquí un detalle del sistema de porteo que se pudo ver en el primer capítulo de la segunda temporada. El personaje es un niño que ha quedado paralítico y el portabebés parece como un mei tai con el cuerpo de mimbre.

Y sí, se puede portear a niños con limitaciones físicas hasta que son bien grandes, como ejemplo Rachel Coleman que portea a su hija de 11 años con parálisis cerebral.

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